En hostelería y retail frío, todos conocemos la rutina: abrir cámaras, mirar el termómetro, apuntar en una hoja o en un Excel. Forma parte del día a día del control de temperatura en HORECA… pero eso no significa que sea eficiente.

La realidad es que controlar temperaturas a mano ya no es solo incómodo: es caro. Y los números lo dejan muy claro.

 El problema de seguir anotando temperaturas en papel

Durante años, el registro de temperaturas APPCC se ha hecho así:

  • Un responsable toma la temperatura de cámaras y vitrinas.
  • Lo anota en papel o en una hoja de cálculo.
  • Se archivan los registros por si viene Sanidad.

Este modelo tiene varias limitaciones:

  1. Consumo de tiempo: tu equipo dedica muchos minutos al día a algo que no genera ingresos.
  2. Riesgo de error humano: cifras mal apuntadas, olvidos, hojas que se pierden…
  3. Falta de monitorización continua: si ocurre algo entre registro y registro, nadie se entera.

En definitiva, cuesta dinero y no garantiza una monitorización de cámaras frigoríficas en tiempo real, que es justo lo que exige hoy la seguridad alimentaria.

Un caso real: 3 locales, 39 sensores y más de 6.500 € al año

Veamos qué ocurre cuando ponemos números concretos.

Uno de nuestros clientes, con 3 locales y 39 puntos de control, realizaba de forma manual el control de temperatura en cámaras frigoríficas y otros equipos de frío. Al analizar su operativa vimos que:

  • Cada local invertía 17,6 horas al mes solo en anotar temperaturas.
  • Traducido a coste de personal, eso suponía 182 €/mes por local.
  • El coste anual total ascendía a 6.552 €/año solo en tiempo destinado a rellenar el APPCC.

Y eso sin contar:

  • El riesgo de que una incidencia no quedase registrada.
  • La posibilidad de sanciones por registros incompletos.
  • La falta de conocimiento sobre qué está pasando en las cámaras fuera del horario de trabajo.

En otras palabras: estaban pagando un sistema manual de control de temperatura que, además, no les protegía del todo.

De procesos manuales a un sistema automático de control de temperatura

La alternativa pasa por digitalizar el APPCC y apoyarse en tecnología pensada para hostelería.

Con doBBox frío:

  • Se instalan sensores de temperatura inalámbricos en cada punto crítico.
  • Estos sensores de temperatura y humedad registran datos automáticamente cada pocos minutos.
  • Toda la información se envía a la nube y se consulta desde una aplicación sencilla.
  • Si hay una desviación, recibes alertas en tiempo real en tu teléfono móvil.

Así se transforma un proceso manual, repetitivo y con riesgo de error, en un sistema automático de control de temperatura que:

  • No se olvida de medir.
  • No se salta días por vacaciones o bajas.
  • Mantiene un histórico completo para auditorías o inspecciones.

Además del frío, muchos negocios necesitan también control de humedad en almacenes (por ejemplo, bodegas, secaderos o cámaras de maduración). Los mismos dispositivos permiten vigilar humedad y temperatura sin cambiar de herramienta.

ROI en menos de 12 meses: qué ganas cuando automatizas

Volvamos al caso de los 3 locales.

Al sustituir el registro manual por sensores de temperatura inalámbricos conectados a doBBox frío:

  • Las 17,6 horas al mes por local quedan liberadas para tareas de más valor: servicio al cliente, producción, mejora operativa…
  • El registro de temperaturas APPCC se genera de forma automática y siempre actualizado.
  • Se reducen a cero los errores humanos.
  • Se minimiza considerablemente el riesgo de sanciones por falta de trazabilidad.

Solo con el ahorro de tiempo de personal, la inversión se recupera en menos de 12 meses. A partir de ahí, todo es retorno:

  • Menos mermas por incidencias no detectadas en las cámaras.
  • Más tranquilidad al disponer de una monitorización de cámaras frigoríficas 24/7.
  • Informes listos para descargar y presentar cuando lo solicite la autoridad sanitaria.

Por dónde empezar si aún trabajas a boli y papel

Si todavía haces el control de temperatura en hostelería con hojas y bolígrafos, este ejercicio te puede ayudar:

  1. Cuenta cuántos puntos de control tienes (cámaras, vitrinas, mesas frías, almacenes, etc.).
  2. Calcula cuántas horas al mes dedica tu equipo al registro manual.
  3. Ponles un coste (salario/hora) y súmalo a nivel anual.
  4. Compáralo con el coste de implantar una solución con sensores de temperatura y humedad conectados a la nube.

Lo habitual es descubrir que ya estás pagando lo que cuesta digitalizar el APPCC… pero sin disfrutar de las ventajas.