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Cadena de frío: 5 trucos para detectar su ruptura

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Cadena de frío: 5 trucos para detectar su ruptura

¿Qué es la cadena de frío?

La cadena de frío es el sistema de frío que controla la temperatura en un rango determinado para asegurar la calidad de los productos refrigerados o congelados, desde su origen hasta su consumo final. Se llama cadena porque la forman, como se ha mencionado anteriormente, varias etapas.

Conservar la cadena de frío durante todo el ciclo es imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria de los productos que consumimos.

Es necesario mantener una correcta refrigeración durante el proceso en las tres etapas:

  1. Almacenamiento en cámaras refrigeradas o almacenes frigoríficos
  2. Transporte en vehículos acondicionados
  3. Puntos de venta y establecimientos de distribución

Existen dos modos de conservación de los alimentos: refrigeración y congelación.

Refrigeración

La refrigeración consiste en conservar los productos a una baja temperatura sin llegar a la congelación (menos de 0 ºC). El rango de temperatura considerado en este método va entre 0 Cº y 4 Cº. Es más común de alimentos frescos.

Congelación

La congelación consiste en conservar los alimentos por debajo de los 0 Cº. La mayor parte de los alimentos se almacenan entre los -18 y -35 ºC, aunque cada alimento tiene sus propiedades particulares y diferentes temperaturas ideales de mantenimiento. Lo importante de este método es que se congela el producto y el agua que contiene, para que no se puedan multiplicar las bacterias.

¿Qué ocurre si se rompe la cadena de frío?

Si no se mantiene la cadena del frío correctamente, afecta directamente a la calidad de los alimentos puesto que pueden desarrollarse microorganismos y gérmenes perjudiciales para la salud del consumidor. Normalmente, si sucede esto no es posible refrigerar o congelar de nuevo. Otras consecuencias de esto pueden ser:

  • Deterioro del alimento: el aroma, el sabor y la textura de los productos se altera y pierden los valores nutricionales
  • Riesgo de intoxicación alimentaria y las sanciones correspondientes
  • Cambios en los alimentos de manera que perderán su similitud con los productos crudos
  • Los tiempos y las temperaturas de la cadena de frío influirán directamente en la calidad final del producto

Trucos para detectar que la cadena de frío de un alimento no se ha mantenido correctamente

  • Embalaje o envase en mal estado: puedes pensar que un producto no se ha conservado a la temperatura adecuada en algún momento cuando el envase o envoltorio en el que se encuentra está sucio, roto, holgado con desperfectos.
  • Escarcha: la forma más fácil de detectar la ruptura de la cadena de frío es la aparición de escarcha o cristales de hielo en el paquete. Esto significa que se ha descongelado y se ha vuelto a congelar de nuevo.
  • Rigidez del alimento: cuando el alimento no está sólido, sino que ha empezado a descongelarse y está blando por algunas partes se puede pensar que la temperatura de conservación no es la adecuada.
  • El tiempo de descongelación: Cuando un producto tarda menos de una hora en descongelarse existe el riesgo de que esté en mal estado.
  • Color: una vez descongelado, también se puede apreciar que se ha roto la cadena de frío si, al partir el alimento, el color interno es diferente al externo. La carne es la más fácil de apreciar en este caso.

La labor de doBBox en la cadena de frío

La monitorización constante de la temperatura que necesita cada producto en todo el proceso de la cadena de frío es vital. Por ello doBBox nace con el objetivo de garantizar la máxima calidad de productos de restaurantes y otros establecimientos.

Controla continuamente la temperatura de las cámaras frigoríficas para asegurar esta cadena de frío. En caso de que haya algún problema, avisa mediante alertas vía SMS o email para mantenerte al tanto de todo.